¿PATO O ÁGUILA?
Un día solicito un taxi, cuando un taxista se acercó, lo primero que noté fue un taxi limpio y brillante; el chofer bien vestido camisa blanca, pantalón bien planchados.
El taxista salió y me abrió la puerta y me dijo: - "Yo soy Jorge, (mientras me ayudaba con el equipaje), *me gustaría que lea en ese cartón cual es mi misión". -
Leí la tarjeta, decía: -"Misión es: llevar a mis clientes a su destino final de la manera rápida, segura y económica brindándole un ambiente amigable".
El interior del taxi estaba igual de limpio.
Jorge me dijo: -"¿Le gustaría tomar algo?"-
Bromeando le digo: - "¿Como qué?" -
Respondió: -Tengo una heladera pequeña con algún refresco, agua y jugo.-
También me dijo: - Si desea algo para leer, tengo el periódico de hoy, y revistas. –
Al comenzar el viaje, Jorge me dice:
- Éstas son las estaciones de radio que tengo, y la lista de canciones que tocan, si quiere escuchar la radio.-
Y como si esto no fuera poco, Jorge me preguntó: - ¿esta bien la temperatura del aire?
Luego, me avisó cual sería la mejor ruta a su destino, y me preguntó si estaría contento de conversar con él o, si prefería que no interrumpiera mi viaje.
Le pregunte: - ¿Siempre has atendido a tus clientes así?
- No, no siempre; solamente los dos últimos años. Mis primeros años los gasté la mayor parte del tiempo quejándome, igual que el resto de los taxistas. Un día escuché a un doctor especialista en desarrollo personal. Escribió un libro llamado: “Lo que tú eres, hace la diferencia.”
Decía: - Si tú te levantas en la mañana esperando tener un mal día, seguro que lo tendrás.
Deja de quejarte.
Sé diferente, no seas un pato, sé un águila.
Los patos solo hacen ruido y se quejan, las águilas se elevan por encima del grupo.
Yo estaba todo el tiempo haciendo ruido y quejándome, entonces decidí cambiar mi actitud, y ser un águila.
Miré otros taxis y choferes; los taxis sucios, los choferes poco amigables, y los clientes descontentos.
Decidí hacer unos cambios.
Cuando mis clientes respondieron bien, hice más cambios.
Mi primer año de águila dupliqué mis ingresos; este año los cuadrupliqué.
Usted tuvo suerte de tomar mi taxi hoy.
Ya no estoy en la parada de taxis. Mis clientes hacen reservación a través de mi celular, o me dejan mensajes.
Si yo no puedo, consigo un amigo taxista águila confiable para que haga el servicio.
Jorge era fenomenal, hacía el servicio de una limusina en un taxi normal.
Jorge el taxista, decidió dejar de hacer ruido, y quejarse como los patos y volar por encima del grupo como las águilas.
Reflexión
¡Cómo cambian las cosas con una buena actitud!
Sin duda, nuestro mundo sería distinto si cada uno de nosotros obrara bajo estos simples principios de convivencia.
La Palabra de Dios, tiene algunas recetas que pueden ayudarnos a modificar ese trato poco afable con el que habitualmente nos presentamos en el mundo.
Pablo encontró la manera correcta de enfocarse: él iba tras una recompensa eterna, sabiendo a Quién servía, y cómo Él escribe la historia.
-“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.”
Colosenses 3.23-24
Qué usamos? la gentileza y la formalidad. O la hipocresía y la apariencia.
Cuando todo lo que hagamos debemos hacerlo de corazón y sin fingimiento.
También nos hemos acostumbrado a ser “sinceros” de la peor forma: sacando lo peor de nosotros, dándonos licencia para la mediocridad y la mala educación, bajo la excusa de: -“yo soy así; y el que me quiera, que me quiera como soy”.-
A veces estamos tan ocupados en escribir nuestra propia historia, que hemos olvidado cuál es el propósito de nuestra existencia, y que la verdadera historia, se escribe desde el corazón.
Hemos cambiado el dar la gloria a Dios, rindiendo culto a líderes mortales.
Pablo se propuso un principio para todo lo hacía: dar Gloria a Dios.
-“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”
1° Corintios 10:31
No hay regla, y ley más real que esta:
-“Así que, todas las cosas que quieran que los hombres hagan con ustedes, así también hágalo ustedes con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
Mateo 7.12
La siembra y la cosecha es inevitable.
Sembramos hipocresía, y cosecharemos hipocresía.
Sembramos mal humor, maltrato, indiferencia, desprecio, etc. y eso cosecharemos.
Cuando nos presentemos hoy ante las personas como servidores públicos (policia), tenemos la opción de seguir el papel que siempre hemos representado.
U ofrecer a los demás algo nuevo, sincero y de corazón.
¿Pato o Águila?
Recordemos que siempre alguien está tomando nota, y nuestra historia no se escribe con cosas que hacemos, sino de la manera que las hacemos.
Dios te bendiga
Pastor Marcelo Avila
Disertante Motivacional
Gestores de Paz Argentina
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