Juan 15:13.
Enrique era integrante de una Fuerza Policial, Fuerza Penitenciaria, o de alguna Fuerza de Seguridad; como usted o como yo.
El consideraba que su trabajo como policía, era el ser un servidor público en beneficio de la comunidad.
Y estaba totalmente dedicado a servir y cumplir con su misión a cualquier precio.
Una prueba de ese deseo, se veía en la puerta de su casillero personal de la comisaria, donde había pegado la cita Bíblica de Juan 15:13.
En ese versículo, nuestro Señor declaró: «Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos».
Esas palabras no eran simples ideales nobles, sino que expresaban su compromiso y su deber como policía.
Compromiso que demandó el precio supremo cuando fue asesinado mientras cumplía con su trabajo.
Fue una muestra verídica del significado de un sacrificio verdadero.
En la palabra de Dios, expresa que después de haber anunciado lo escrito en Juan 15:13, pero a las pocas horas de expresarlas, Jesucristo la puso en práctica.
El acontecimiento del aposento alto, donde Jesús habló de ese sacrificio, fue seguido de la comunión con su Padre en Getsemaní, una serie de juicios ilegales y, posteriormente, la crucifixión delante de una multitud que lo ridiculizaba.
Por ser el Hijo de Dios, Jesús podría haber evitado el sufrimiento, la tortura y la crueldad. No tenía pecado ni merecía morir.
Pero el amor, el combustible que impulsa el verdadero sacrificio, lo llevó a la cruz.
Como resultado, nosotros podemos ser perdonados si aceptamos por la fe su sacrificio y su resurrección.
¿Has confiado en Aquel que entregó su vida por ti?
Dios te bendiga
Ptor Marcelo Avila
Disertante Motivacional
Gestores de Paz
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