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Las 7 Pruebas de Job (continuación)

¿Por qué permite Dios los sufrimientos al justo? Este es el tema central del relato del libro de Job con experiencias que han dado ocasión de un espléndido poema filosófico.
Este patriarca vivió en el país de Uz, en una época en la que los caldeos hacían incursiones hacia occidente.- (Capítulo 1 de Job)

¡Cuánta vulnerabilidad sentimos frente a una inevitable circunstancia! Y como seres humanos que somos surge la típica pregunta ¿por qué? ¿qué he hecho para merecer esto? ¿hasta cuándo?
Seguimos con la historia de Job y cómo atravesó su valle por las pruebas que de repente azotaron en su vida...

Pérdidas de bienes y posición económica, pérdida de la salud y problemas en el matrimonio, cualquier parecido con nuestra realidad...es algo que alguien como Job lo vivió y en la Palabra de Dios hay respuesta...

Las Siete Pruebas de Job
En la vida de Job, vemos siete pruebas en las cuales siete veces se manifiesta de manera brillante lo firmemente que se aferra al Señor.

1. La inmensa pérdida de Job en cuanto a cosas terrenales
El capítulo 1:13-17 describe con frases muy breves como Job quedó arruinado en el término de un día. A causa de robo, catástrofes naturales y consecuencias de guerras, el rico Job se volvió pobre. ¡El período de gran prosperidad había pasado! Mientras el tercer mensajero comunicó la terrible noticia a Job (1:17), llegó el último golpe con el informe del cuarto mensajero, que le anunció la repentina muerte de sus diez hijos a consecuencia de una catástrofe de la naturaleza (vv. 18, 19). Entiéndelo bien Job no perdió a un hijo, y tampoco a dos, sino a los diez todos juntos: siete hijos y tres hijas. Toda la feliz familia quedó repentinamente destruida. ¡Una prueba de dimensión inimaginable!

¿Cómo reaccionó Job a esta prueba? ¿Qué dijo, cuando los ataúdes fueron bajados a la tumba recién excavada? Se postró en tierra, adoró y dijo: "Jehová dió, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito" (vv. 20, 21). El infierno con Satanás al frente vio con asombro y temor, cómo este siervo del Señor quedó inquebrantablemente aferrado a su Señor cuando se desmoronó toda su existencia terrenal. ¡Esto es victoria en la prueba!



2. La Prueba Física de Job
Esta segunda prueba es aún un grado más difícil que la primera. Por más difícil que fuera, lo que había pasado hasta ahora estaba fuera de Job mismo. Pero luego fue afectado personalmente por una abominable y repugnante enfermedad. Satanás no se dio por satisfecho, y con el consentimiento del Señor, los poderes de enfermedad atacaron la vida de Job (cap. 2:1-8). Esta enfermedad debe haber sido muy repugnante, pues el muy considerado y glorioso Job (cap. 1:3), al fin quedó sentado miserablemente en un montón de basura.
Job 2: 7, 8 ¡Cómo habrá clamado Job a su Dios para que le de alivio y sanidad! Pero la respuesta desde lo Alto no llegó; solamente se escuchaba la risa burlan del infierno. Muchos pueden testificarlo: Nada estorba tanto la vida interior, como los tormentos físicos.
¿Cómo reaccionó Job a esta segunda prueba?
Quedó aferrado a su Señor, a pesar de que el Señor primero no respondió a su oración y aparentemente no le hizo llegar ninguna ayuda. Dijo: "¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?" (2:10). La nave de vida de Job estaba anclada en su Dios. Ninguna tormenta podía alejarlo de Él.

3. El Matrimonio de Job se va Desmoronando
Esta tercera prueba fue aún más difícil, el tornillo se fue apretando aún más fuertemente. Job tenía un matrimonio feliz; de no ser así, no hubiera tenido esta buena reputación. Sin duda alguna, la fidelidad de Job al Señor y su irreprochable manera de vivir también se debían a la buena influencia de su esposa.
La esposa tiene una inmensa influencia en el matrimonio, ya sea para bendición o para maldición.
Acab jamás habría tenido un fin tan horrible, si no hubiera sido influenciado por su esposa Jezabel.
Sansón jamás habría caído de tal manera bajo el poder del enemigo, si no hubiera sido sucumbido por la influencia de Dalila.
Salomón jamás habría sido abandonado por el Señor, si no hubiera escuchado a mujeres extranjeras.
Pero encontramos en la Biblia también a mujeres que ejercieron una influencia bendecida, por ejemplo:
Abigail, que hizo desistir a David de la idea de matar a su marido Nabal (1º Samuel 25:18-35).
¿Y la esposa de Job? Hasta ese momento había ido completamente por el camino de su esposo. Pero de repente todo se derrumbó encima de ella. Había vertido sus lágrimas delante de las tumbas de sus diez hijos hasta quedar secos sus ojos. Materialmente, su esposo estaba completamente arruinado, y ella con él. Pero lo que era todavía más grave: vio a su esposo sentado en la ceniza y hecho un desastre. Entonces sucumbió al resentimiento y a la rebelión, y se puso contra su esposo Job diciéndole: "¿Aún retienes tu integridad? Maldice a tu Dios, y muérete" (2:9). En otras palabras: "¿De qué te sirve ahora toda tu fe? ¡Ahora que viene la tribulación, Dios no te ayuda!" En silenciosa desesperación, levantó el puño contra el cielo y se apartó de Dios.

¿Cómo reaccionó Job a esta tercera prueba?
Le hirió como un rayo, pues amaba a su esposa. Pero su reacción fue divina. Desde su montón de ceniza, con toda claridad y severidad le dijo en plena cara a su mujer: "Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado". Con esto, le volvió la espalda y se aferró aún más resueltamente al Señor. Al actuar así, practicó ya de antemano al mandamiento del Señor Jesús, que El expresó en Lucas 14:26"Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aún también su propia vida, no pude ser mi discípulo."

Como anticipo: ¿Fue destruido el matrimonio de Job por su dura actitud? No, al contrario, fue salvado. El que en la prueba escucha más a carne y sangre que al Señor, aunque concierne al propio esposo o esposa, al fin y al cabo destruye justamente por eso la convivencia. La autenticidad de la entrega de Job al Señor fue probada de esta manera en todas las áreas de la vida: material, familiar, física y en la felicidad matrimonial. Cuando estos cuatro factores vitales se derrumbaron en la vida de Job, algo se destacó de manera radiante:

¡Job siguió aferrado a su Señor! El Señor era el Primero en su vida. ¡El oscuro propósito que Satanás tenía para Job, al fin y al cabo llevó a la glorificación del Señor, pues Job siguió aferrado a su Dios!

Bibliografía utilizada:
"Las 7 Pruebas de Job" de Wim Malgo
Diccionario Bíblico Ilustrado de Editorial Clie


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