Creo con todo mi corazón que tenemos una oportunidad única de influenciar y evangelizar a estas nuevas generaciones a través de las redes sociales.
En la época de mi adolescencia y juventud, los métodos de evangelismo pasaban más por el papel que por lo virtual. Los tiempos cambiaron, las tendencias y tecnologías han crecido a pasos agigantados y como iglesia fuimos empujados a actualizarnos e incursionar en el mundo de las redes sociales. Allí es donde hoy están los chicos. Necesitamos estar actualizados para ser más efectivos en nuestro trabajo de llegar a las nuevas generaciones.
La reciente Encuesta Nacional de Consumos y Prácticas Culturales Adolescentes que realizó la Asociación de Diarios del Interior de la República en todo el país, reunió 1.800 encuestas de adolescentes de capitales provinciales y ciudades grandes como Rosario y Bahía Blanca. Ella revela que un adolescente argentino tiene, en promedio, "cuatro pantallas en su habitación: la mayoría de los chicos de entre 14 y 18 años cuenta con teléfono celular, televisor, una netbook de las que otorga el programa estatal Conector Igualdad a los alumnos de escuelas públicas o, en muchos casos, una notebook o computadora de escritorio propia, y una cuarta pantalla, que se dirime entre alguna consola de juegos -una PSP, por ejemplo- y un dispositivo para escuchar música, como un iPod".
El 20% de lo chicos tiene dos pantallas en su habitación, otro 20% tiene seis o más pantallas, y el 60% oscila entre tres y cinco: muchas veces heredan teléfonos, computadoras o tablets que sus padres cambian por modelos más nuevos.
No podemos ignorar esta realidad, las redes sociales se han transformado en el espacio de comunicación, amistad, diversión y ocio por excelencia de estas nuevas generaciones. ¡No podemos perder la oportunidad de evangelizar en las redes sociales!
Ahora, ¿alcanza con difundir el evangelio y llenar las redes sociales de mensajes que proclaman a Jesús y la Biblia? Yo creo que no...
Claro que es una gran herramienta y oportunidad de impacto. Yo mismo me he encontrado en varias oportunidades conversando por privado en mis redes con chicos apartados, jóvenes, pidiendo oración y, en alguna oportunidad, conversando con chicos no cristianos que estaban a su manera buscando conectarse con "algo superior". Nosotros sabemos que ese algo superior es Cristo.
Pero aquí llego al punto en donde creo firmemente que no alcanza con proclamar a Jesús: esta generación necesita que alguien les enseñe a Jesús. No solo con palabras, sino con hechos. Por eso una parte será el mensaje y evangelismo en nuestras redes sociales, y la otra parte será cuando nos encontramos con nuestros compañeros en la oficina de nuestro trabajo, cuando subimos a un taxi, cuando lleguemos al aula de la facultad y allí mis palabras o textos de las redes sociales, se unan con mis hechos y mis acciones para mostrar a Jesús.
Simple y práctico: la gente necesita ver a Jesús en mis redes y en mi vida. Esta combinación será explosiva y efectiva, ¡no dejes de probarla!
Tomado del Artículo de Rhema Periódico Cristiano
Autor: Diego DiRosa de Catedral de la Fe
Gestores de Paz Argentina
CristoPol Argentina
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