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Las estacas que no dejan alcanzar los sueños…


Mensaje Motivacional

“Si hiciéramos todo lo que somos capaces de hacer, quedaríamos realmente sorprendidos”. 
Lo dijo Thomas A. Edison.
Recientemente estuve en una empresa prestigiosa donde compartí acerca de los cambios. 
Entendiendo los tiempos que vivimos para poder ser más efectivos en nuestros negocios. 
Igual es un tema que puede adaptarse a la vida ya que si no entiendes el cambio tu tendencia será quedarte atrás.


El cambio es una constante y lo único, que no cambiará es la Palabra de Dios.
En ella encontramos principios para vivir en cualquier época o cultura. 
Lo que debo buscar es como adaptar los principios a los tiempos que vivimos.

Los cambios se están dando constantemente y si yo quiero crecer, si yo quiero vivir debo estar dispuesto a cambiar.
¿Qué cosas debo cambiar?
Muchas personas están enfrentando problemas en su matrimonio, en sus finanzas, en su trabajo, en su carrera y no saben como o que hacer.
A mi manera de ver ellos están teniendo estacas que no les permiten avanzar. 
Las estacas pueden ser barreras mentales con las cuales crecemos.

¿Cuáles estacas son las que te mantienen en el suelo, que no te permiten ir tras tus sueños?
Eso me recuerda el cuento de “El elefante" probablemente ya lo conozcas.
Sin embargo puede ser que no has logrado aplicarlo a tu vida, es bueno leerlo y reflexionarlo.

Para los que no lo han leído se los dejo aquí:
“Cuando yo era niño me gustaba los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales. 
Me llamaba especialmente la atención el elefante, después supe, era también el animal preferido por otros niños.
Durante la función, la enorme bestia hacía gala de un peso, un tamaño y una fuerza descomunales… 
Pero después de su actuación y hasta poco antes de volver al escenario, el elefante siempre permanecía atado a una pequeña estaca clavada en el suelo con una cadena que aprisionaba sus patas.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en el suelo.
Y, aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que un animal capaz de arrancar un árbol de raiz con su fuerza, podría liberarse con facilidad de esa estaca y huir".

El misterio sigue pareciéndome evidente.
¿Qué lo sujetaba entonces? ¿Por qué no huye?

Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba el la sabiduría de los mayores.
Pregunté entonces a mi padre y un tío por el misterio del elefante.
Me explicaron que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.

Hice entonces la pregunta obvia: 
Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenaban?

No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. 
Con el tiempo, olvidé el misterio del elefante y la estaca.
Sólo lo recordaba cuando me encontraba con otro elefante, que también estaba en las misma situación y preguntaba de nuevo sobre eso.

Hace algunos años, descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta:
El elefante del circo no escapa porque siempre estuvo atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.

Cerré los ojos e imaginé al indefenso elefante recién nacido sujeto a la estaca. 
Estoy seguro de que, en aquel momento, el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. 
Y, a pesar de sus esfuerzos, no lo consiguió, porque aquella estaca era demasiado dura para él.
Imaginé que se dormía agotado y que al día siguiente lo volvía a intentar, y al otro día, y al otro… 
Hasta que, un día terrible para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.

Ese enorme y poderoso animal que vemos en el circo no escapa porque, el pobre elefante, cree que no puede.
Tiene grabado el recuerdo de la impotencia que sintió poco después de nacer.
Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese recuerdo.
Jamás, jamás volvio a probar su fuerza…

Ese elefante se parece a muchos de nosotros que creamos estacas mentales:
“yo no puedo”
“yo no sirvo para eso”
“yo nunca lo lograré”
“nadie lo ha hecho”
“siempre lo hemos hecho así”
Y podemos llegar a realizar una lista larga de estacas o barreras mentales que no nos permiten ir más allá. 
Son muchos hoy los que se sienten encadenados
a relaciones disfuncionales
a trabajos o empleos que no les gustan 
a adicciones que no pueden controlar
a malos hábitos que esclavizan
Y esto genera insatisfacción, frustración, ira, enojo, tristeza, miedo, entre otras emociones y estados de animo.

Todo esto que se produce en el ser se debe al desconocimiento de su propósito en la vida. 
Cuando desconoces tu propósito, tu vida pierde significado.

Leí una frase en estos días y me gustó mucho: 
“El propósito te mantiene motivado, con energía, listo y enfocado”.

Cuando descubres tu propósito te darás cuenta que eres capaz de hacer muchas cosas que pensabas que no podías hacerla.
Cuando descubres tu propósito puedes fluir libremente en los dones y en los talentos que Dios te dio.
Cuando descubres tu propósito puedes cambiar y vivir la vida a la cuál Dios te ha llamado.

“Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres.” 
Juan 8:36

Dios te ha llamado a vivir en libertad. 
Hoy es un buen día para cambiar, para soltar las estacas y comenzar a vivir, a soñar, a sentir tu corazón volar. 
Busca tu propósito en la vida, descubre tus dones y talentos, tú no eres un elefante, tú eres imagen y semejanza de Dios. 
¡Tú eres un ganador/a!

Bendiciones
Ptor Marcelo Avila 
Gestores de Paz

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